Volver a levantarse es la verdadera fortaleza.

Aprende a encajar los golpes de la vida y recobrar el equilibrio.

Te resumo mi trabajo. Sé volver a levantarme después de una caída. Y lo que hago es acompañar quienes sienten que están en el suelo a encontrar una forma (la suya propia) para volver a la posición erguida. Algunas personas no piensan en ello, ellas verán. Otras, en cambio, saben que este es el pilar más importante en la vida. Caer, a veces, es inevitable; levantarte es una opción. Tú verás.

Desde pequeña me ha fascinado la capacidad del ser humano para levantarse después de recibir un duro golpe. Mis padres, ambos, han sido desafiados con condiciones vitales muy delicadas y, cada uno a su manera, me han demostrado una espectacular capacidad de resiliencia, de esto le soy grata.

Son ellos que me han inspirado, llegada la edad adulta, a ponerme a trabajar sobre mis heridas para que no me impidieran realizarme como persona. Así es como he encontrado la Terapia Gestalt y la Psicología Humanista, así es como me he convencido de su eficacia. No soy el tipo de mujer que quiere vivir “controlando los pensamientos” o el comportamiento. Considero que, cuando el ser humano está bien alineado consigo mismo, se desarrolla naturalmente hacia el bienestar. Prefiero dejarme ser; prefiero el no-control (que no es descontrol).

¿Significa esto ausencia de dificultad?

No. Esto significa más resiliencia para hacer frente a las dificultades. Esto significa más paciencia para relacionarte con las personas problemáticas de tu vida, poner límites, darte cuenta de tus necesidades, expresarlas, pedir ayuda si hace falta y celebrar la vida cuando toca.

Para mi estar en contacto conmigo misma y darme cuenta del punto en el que estoy, poder responsabilizarme de ello, es el equivalente de la libertad que tan importante es para mí.

Aún no he respondido a la pregunta:

¿Porque acompaño procesos de desarrollo personal?

Porque es un desafío que me gusta. Porque para acompañarte a ti en tu proceso yo voy a «tener» que estar abierta a mí y a mi proceso. No puedo acompañar a nadie si no estoy dispuesta a ponerme en juego, dejarme tocar por la historia y el proceso de quien estoy acompañando. El desafío consiste en estar abierta, receptiva y disponible para que tu puedas ir experimentando estar abierto y juntos atender lo que surja. Es el encuentro que sana. Un encuentro autentico, espontáneo (dentro de las características de la relación terapéutica) y este tipo de encuentro me hace crecer, esto me gusta.

Algún dato más práctico:

Desde 2011, he acompañado procesos de desarrollo personal. En stos años nunca he dejado de formarme: completé mi formación en Terapia Gestalt en 2011, seguido de estudios en Trabajo Corporal Integrativo y el Programa SAT de Claudio Naranjo. Recientemente, me especialicé en Counselling Gestáltico y actualmente estoy finalizando mi segundo año en el grado de Psicología en la UNIR. También participo como observadora en la formación de Terapia Gestalt del centro La Cocina Gestalt en Barcelona.

Si estás visitando mi web es posible que no estés pasando por un buen momento y estás considerando pedir (¿pedirme?) ayuda; quiero que sepas que hay mucho que puedes hacer para mejorar tu bienestar. Quizás no soy yo la persona que te puede acompañar, no pasa nada, no dejes de buscar quien te puede acompañar, la vida es demasiado corta para desperdiciarla con malestar. Recuerda: «cuando el alumno está preparado el maestro llega«. Si quieres saber más respecto a como trabajo y cuál es mi propuesta haz clic en el siguiente botón.

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Cristina