Primera Sesión Gratuita

El equilibrio dinámico

En los días más oscuros del año, cuando la luz parece haberse retirado del todo, ocurre algo curioso: la oscuridad no es eterna.
El solsticio de invierno nos lo recuerda. Durante tres días, la noche se impone sobre el día. Pero el 24 de diciembre, la luz comienza a crecer de nuevo.
Ese día, desde tiempos antiguos, se celebra el renacimiento del Sol, el inicio del regreso hacia la claridad.

Este momento del año está cargado de simbolismo. No es casual que culturas como la egipcia, la romana o la tradición cristiana hayan elegido esta fecha para conmemorar renacimientos, inicios y nuevas promesas.

Más allá de las tradiciones, hay un mensaje profundo: el equilibrio no es un estado fijo, sino un proceso cíclico.
Siempre lo ha sido.
La vida no consiste en alcanzar un equilibrio perfecto y mantenerlo intacto.
Al contrario: perder el equilibrio es parte del camino.
Y es gracias a ese vaivén entre luz y oscuridad que puede haber cambio, crecimiento, renovación.

¿Y si dejaras de buscar un “equilibrio ideal”?

Imagina que no existe esa pradera estable donde construir tu paz interior de una vez por todas.
Imagina que el equilibrio es algo que se construye y se pierde una y otra vez, y que no hay error en ello.
Que el aprendizaje viene, precisamente, de transitar esa oscilación.

El equilibrio no es un refugio inmóvil.
Es una danza.
Y aprender a moverse con ella es una forma de salud.

Tu vida también sigue un ciclo

Como ocurre con el día y la noche, con las estaciones, también en tu vida hay momentos de expansión y momentos de recogimiento.
Momentos de claridad y otros de confusión.
No es un fallo.
Es el mismo sistema.

Reconocer este movimiento cíclico como algo natural nos permite vivir con más flexibilidad y menos exigencia.

¿Cómo vives tú el desequilibrio?

Tal vez sientes que algo se tambalea.
Que no encuentras el punto de apoyo que esperabas.
Tal vez eso no sea un castigo, sino una invitación.

Desde la Terapia Gestalt, trabajamos justamente eso:
cómo acompañarnos cuando el equilibrio se pierde,
para poder construir uno nuevo, más auténtico, más vivo, más nuestro.

Si este texto ha resonado contigo, quizás ya estás escuchando lo que tu proceso interior te está pidiendo.
Y si sientes que ha llegado el momento de dar un paso, estoy aquí.

¿Quieres seguir explorando?

Si este tema resuena contigo, quizá te interese abrir un espacio para hablarlo en sesión. Cada proceso es único, y puede ser útil parar, mirar y ponerle palabras a lo que estás viviendo.

Duración habitaul:

60 min.

Modalidad:

Terapia Gestalt

Enfoque:

Presencial u online

Primera sesión:

Gratuita

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