A veces nos encontramos atrapados en formas de actuar que nos hacen daño:
- esa necesidad constante de tener la razón,
- la dureza que impide mostrarnos vulnerables,
- la inercia que nos aleja de lo que anhelamos…
Sabemos que estas conductas nos restan bienestar. Sabemos lo que nos cuestan. Sin embargo, seguimos ahí.
¿Por qué?
¿Por qué es tan difícil cambiar?
El cambio personal no se trata solo de voluntad. Si así fuera, sería sencillo. Lo que complica el proceso no es solo lo que perdemos al mantener ciertos patrones…
sino lo que ganamos.
Sí, incluso los comportamientos que nos limitan tienen beneficios ocultos. Y reconocerlos es un paso fundamental para iniciar un cambio profundo y sostenible.
¿Qué te da eso que te quita?
Pongamos un ejemplo: si mantenerte siempre en lo correcto te asegura ser tenido en cuenta y sentirte valioso, entonces renunciar a tener la razón sería —emocionalmente— como renunciar al amor o al reconocimiento. Y eso no es poca cosa.
El patrón “neurótico” se convierte entonces en una forma de protegernos.
Hasta que lo cuestionamos. Hasta que empezamos a ver que esa protección nos encierra más de lo que nos cuida.
Investigar en lugar de forzar
En lugar de presionarte por cambiar, puedes empezar por investigar:
- ¿Qué beneficio obtengo con esta actitud?
- ¿De qué me protege esta forma de ser?
- ¿Cómo podría conseguir lo mismo, pero de forma más sana para mí?
Este enfoque no busca imponer respuestas. Se trata de abrir posibilidades.
El cambio como territorio desconocido
Como cuando visitas un restaurante con una carta completamente nueva, no hay reglas preestablecidas. Hay curiosidad, prueba, error, descubrimiento.
Es normal que aparezca el miedo. El miedo a equivocarte, a no saber si lo haces “bien”. Es el miedo a perder referencias externas, cuando en realidad ya te extraviaste una vez: cuando dejaste de escuchar a tu corazón para seguir solo lo que los demás te marcaban.
Tomar responsabilidad y elegir
En el counselling Gestalt no se imponen caminos. Se ofrecen posibilidades. Eres tú quien elige.
Porque elegir implica hacerte cargo de tu vida. Y ahí empieza lo transformador.
Preguntas para empezar a cambiar
- ¿Cuál es el beneficio que obtienes al mantener ese comportamiento que te hace sufrir?
- ¿Cómo podrías lograr ese mismo beneficio de forma más respetuosa contigo?
No hay respuestas correctas, hay caminos propios.
Si estás lista para investigar, aquí tienes un lugar
La Terapia Gestalt es una invitación a mirarte sin juicio, con profundidad y respeto.
Un espacio donde puedes empezar a explorar lo que mantienes, lo que deseas y lo que estás dispuesta a transformar.
