Primera Sesión Gratuita

Cómo aprendo a estar mejor

Cada persona necesita cosas distintas para sentirse bien. Para algunas, la conexión social es revitalizante. Para otras, demasiado contacto puede ser agotador. Y lo que a veces interpretamos como “algo va mal en mí” es, en realidad, simplemente no estar escuchando nuestras verdaderas necesidades.

Introversión y autoexigencia: una combinación común

Existen personas que, en contacto con los demás, se cargan de energía. Y otras que, tras una jornada social, se sienten vacías.
Ninguna de las dos formas es mejor ni peor. Son maneras distintas de funcionar.

Sin embargo, si no te conoces bien, puedes exigirte ser alguien que no eres. Querer dar más de lo que puedes sostener. Y al final, pagar el precio en forma de cansancio emocional, frustración o incluso síntomas físicos.

Respetar tu forma de estar en el mundo

Una comida familiar, una celebración, una reunión con amigos… pueden ser momentos agradables y al mismo tiempo drenantes para una persona introvertida. No porque no haya amor, sino porque su forma de nutrirse es otra.

Si te pasa, no estás sola. Y no hay nada malo en ti.

¿Y qué pasa en pareja cuando somos distintos?

Cuando una persona extrovertida convive con una introvertida, el conflicto puede parecer inevitable. Sus formas de recargarse chocan, y pueden llegar a sentirse mutuamente incomprendidas.

Pero no todo está perdido. A veces la solución no está en que uno ceda siempre, ni en que el otro se imponga. Está en lo que podríamos llamar “el tercer lugar más saludable”:
Un espacio nuevo donde ambas necesidades tienen cabida, donde no hay una verdad superior, sino una creación conjunta.

Escuchar para encontrar equilibrio

Respetarte implica aprender a darte voz. No una sola voz, sino todas las que conviven en ti:

  • la que quiere agradar,
  • la que quiere descansar,
  • la que necesita compartir,
  • la que necesita silencio.

En la Terapia Gestalt trabajamos con esas partes para que puedas reconocerlas y aprender a vivir desde un lugar más equilibrado, más amable, más tuyo.

Quizá estar mejor no sea hacer más, sino escucharte más

Aprender a estar mejor no siempre pasa por grandes cambios. A veces comienza simplemente por aceptar cómo eres y darte permiso para cuidarte de forma más honesta.

¿Quieres seguir explorando?

Si este tema resuena contigo, quizá te interese abrir un espacio para hablarlo en sesión. Cada proceso es único, y puede ser útil parar, mirar y ponerle palabras a lo que estás viviendo.

Duración habitaul:

60 min.

Modalidad:

Terapia Gestalt

Enfoque:

Presencial u online

Primera sesión:

Gratuita

Más entradas