Hoy leí en el periódico esta frase:
«No dejes que la realidad te estropee una buena historia.»
Es una base perfecta para entender cómo nacen muchas fake news.
Y aunque la crítica iba dirigida al periodismo, no pude evitar pensar:
¿Y cuántas veces hacemos eso con nuestra propia vida?
La primera víctima de nuestros sueños es, muchas veces, la realidad
Todos soñamos.
Y todos, en algún momento, hemos perseguido un sueño sin revisar si todavía tiene sentido.
El problema no es soñar.
El problema es dejar de preguntarnos si el precio que estamos pagando por sostener ese sueño sigue teniendo sentido para quien somos hoy.
¿Estás persiguiendo un sueño que ya no es tuyo?
A veces seguimos luchando por un ideal que nos construimos años atrás.
Y nos cuesta ver que ya no somos esa persona.
- Lo que deseabas a los veinte no siempre te sirve a los cuarenta.
- Lo que tolerabas antes, ahora te incomoda.
- Lo que creías imprescindible, hoy quizás no lo es.
Y sin embargo, nos seguimos forzando. Porque cuesta soltar. Porque cuesta actualizar.
Porque cuesta aceptar que ya no queremos lo mismo.
¿Qué precio estás pagando por ese sueño?
El coste no siempre es económico.
A veces es tu energía.
Tu paz.
Tu salud.
Tus vínculos.
Y cuando no paramos a revisar lo que estamos entregando, podemos acabar muy lejos de nosotras mismas.
Tus sueños deben cambiar contigo
No se trata de renunciar a tus metas.
Se trata de escucharte lo suficiente como para saber si aún te representan.
A veces, el crecimiento personal no consiste en lograr más, sino en darse cuenta de que hoy ya no quieres lo que querías ayer.
Y eso también es madurez.
Un espacio para actualizar tu vida desde la autenticidad
En la Terapia Gestalt, trabajamos para que puedas entrenar tu capacidad de darte cuenta.
Para que veas con claridad lo que estás eligiendo… y lo que estás sacrificando.
Y desde ahí, puedas decidir con honestidad y presencia si ese camino sigue siendo el tuyo.
Si sientes que es momento de revisar tus objetivos y reconectar con quién eres hoy,
las sesiones de Terapia Gestalt pueden acompañarte.
