Muchas de las formas en las que hoy nos relacionamos con nosotras mismas, con los demás y con el mundo tienen raíces antiguas.
No es una excusa. Es una constatación.
Nos callamos porque nos enseñaron a no hablar. Nos sobreprotegemos porque fuimos desprotegidas. Nos exigimos demasiado porque una vez fuimos señaladas como insuficientes.
O, por el contrario, nos volvimos rebeldes, duras, inflexibles… como respuesta a todo aquello que nos dolió y no fue nombrado.
El pasado sigue vivo en el presente
Desde la Terapia Gestalt no se busca vivir anclados en la infancia, ni hacer del pasado una explicación permanente. Pero sí se reconoce que la persona que somos hoy se construyó ayer, en un entorno concreto, con sus silencios, sus mensajes, sus ausencias y sus excesos.
Y que, si no tomamos conciencia de ello, seguimos reproduciendo esas formas sin saber por qué.

Lo que no recibiste entonces, puedes dártelo ahora
Uno de los mayores desafíos (y también de los mayores actos de amor propio) es empezar a darnos hoy aquello que no nos fue dado cuando más lo necesitábamos.
- El cuidado.
- La escucha.
- El permiso para sentir.
- La ternura.
- El respeto.
No se trata de culpar a quienes nos fallaron. Se trata de reconocer lo que dolió y hacernos cargo de esa herida desde el presente.
Recordar no es revivir: es reparar
Muchas veces evitamos mirar atrás porque creemos que el dolor no servirá de nada.
Pero cuando se mira con acompañamiento, sin juicio, desde la adulta que somos hoy, recordar puede ser el primer paso para sanar.
No hay una única herida. Hay muchas.
Y todas merecen ser vistas, escuchadas y abrazadas.
El camino de vuelta a ti
Hacernos responsables de nuestra historia no significa culparnos, sino tomar el poder sobre nuestra vida actual.
Cuidar a esa parte de nosotras que fue ignorada o herida es una forma de empezar a vivir desde un lugar más libre, más amoroso, más entero.
Si quieres empezar a cuidarte de verdad, este puede ser tu momento
La Terapia Gestalt te acompaña en ese proceso: el de dejar de tratarte como te trataron, y empezar a tratarte como mereces.