Agradecer no es solo una cuestión de cortesía.
Es una herramienta poderosa para conectar con el presente, recordar lo esencial y abrir nuevas formas de ver lo que vivimos.
No siempre es fácil. A veces estamos tan ocupadas con lo que falta que olvidamos todo lo que ya está.
Pero cuando aprendemos a agradecer incluso lo más básico, como respirar, la vida adquiere otra profundidad.
El agradecimiento como práctica diaria
Hace poco empecé a agradecer más conscientemente.
Me compré unos pequeños adhesivos con la palabra “gracias” y los coloqué en el ordenador y el móvil.
No por estética. Por necesidad.
Porque, como muchas personas, a veces me cuesta reconocer lo que tengo. Me atrapa el deseo de más, la sensación de que nada es suficiente.
Pero cada vez que agradezco, vuelvo a una verdad muy simple:
Estoy viva. Estoy respirando. Estoy aquí.
La salud, lo invisible hasta que se rompe
Tener salud puede parecer poco… hasta que la perdemos.
Y en ese momento, todo lo demás —dinero, éxito, logros— se vuelve irrelevante.
Agradecer la salud es una forma de honrar lo que sostiene nuestra vida en silencio.
Una forma de salir del piloto automático y recuperar consciencia.

Agradecer para cambiar la mirada
Cuando agradeces, no cambias lo que ocurre.
Cambias cómo lo ves.
Aparecen más opciones, más matices.
Y con más perspectiva, hay más libertad para elegir con conciencia.
Porque si solo ves una salida, no estás eligiendo: estás reaccionando.
¿Cuánto tiempo al día estás verdaderamente libre?
La libertad no es solo externa.
También es interna:
- libertad frente a la exigencia,
- frente a la ansiedad,
- frente a los fantasmas del pasado o a las promesas del futuro.
Cuando te sientas atrapada en esos laberintos, prueba a parar.
A respirar.
A agradecer, aunque sea por estar respirando.
Ese pequeño gesto puede devolverte a ti.
Una terapia para recuperar el contacto con lo esencial
En la Terapia Gestalt trabajamos también con esto:
Con el “cómo” vivimos.
Con el poder de una pausa, de una mirada nueva, de una gratitud sentida.
No para negar el malestar, sino para devolverle su justa proporción.
Si quieres desarrollar tu potencial desde un lugar más presente, libre y real, este acompañamiento puede ayudarte.