Hoy en día, muchas personas viven con ansiedad y angustia.
En este artículo quiero aportar algo de luz sobre estos estados y compartir cómo los abordamos desde la terapia Gestalt.
¿Qué es exactamente la ansiedad?
Según la RAE, la ansiedad es:
«Angustia que suele acompañar a muchas enfermedades, en particular a ciertas neurosis, y que no permite sosiego a los enfermos.»
Aunque esta definición asocia la ansiedad a la enfermedad, lo cierto es que muchas personas sanas experimentan ansiedad en su vida cotidiana:
- antes de una entrevista,
- ante un examen,
- antes de un viaje o una decisión importante.
Un cierto grado de ansiedad es funcional.
El problema aparece cuando no tiene una causa clara o se vuelve intensa y sostenida.

¿Y la diferencia con la angustia?
La angustia es, en realidad, ansiedad más intensa.
Cuando los síntomas se vuelven físicos —taquicardia, sudoración, mareos—, hablamos de angustia, aunque el proceso interno sea el mismo.
Ambas son expresiones de algo más profundo: una dinámica interna que necesita ser escuchada.
En lugar de eliminar, escuchemos
Desde el counselling Gestalt no tratamos de eliminar la ansiedad, sino de entender su función.
Consideramos que la ansiedad surge de un proceso de futurización:
una tendencia a anticipar el futuro de forma catastrófica, con miedo e impotencia ante lo que creemos que vendrá.
¿Por qué me voy al futuro? Cuando proyectamos todo hacia adelante, estamos evitando el presente.
Y eso nos lleva a hacernos preguntas importantes:
- ¿Qué hay en el presente que me cuesta habitar?
- ¿Qué evito mirando hacia adelante?
- ¿Qué partes de mí necesitan ser escuchadas ahora?
La respiración: puerta de entrada al presente
La respiración es una herramienta sencilla, pero poderosa.
Volver a ella nos ayuda a detener la mente que se escapa al futuro.
Respirar conscientemente —inhalando por la nariz y exhalando por la boca— ayuda a regular el sistema nervioso y trae de vuelta el momento presente.
Si vas a imaginar, imagina bien
Cuando estamos ansiosos, estamos fantaseando.
Y ya que estamos en el terreno de lo imaginario…
¿por qué no elegir una fantasía constructiva en lugar de una catastrófica?
Tanto el desastre como el final feliz son irreales.
Pero uno nos paraliza y el otro nos permite experimentar algo diferente, más amable, más humano.
Una invitación a escuchar tu ansiedad
La ansiedad tiene algo que decir.
No para asustarte, sino para que te detengas, te escuches y te conectes con lo que necesitas aquí y ahora.
Si quieres aprender a mirar estos procesos desde la conciencia y sin juicio,
las sesiones de Terapia Gestalt pueden ayudarte.