Primera Sesión Gratuita

Recalculando ruta… y objetivo

En la vida, igual que en los mapas digitales, hay momentos en los que simplemente toca recalcular. No porque hayamos fracasado, sino porque hemos cambiado. O quizás, porque nunca tuvimos claro si el rumbo que seguíamos era realmente nuestro.

Cuando el camino ya no encaja

A veces sentimos que nos hemos alejado del objetivo que nos habíamos marcado. O peor: que ese objetivo nunca fue realmente nuestro.

En esos momentos pueden aparecer juicios internos como:
“si no consigo que mi vida sea como debería ser, es que no soy suficiente”.
Es fácil confundir el éxito con la valía. Pero no son lo mismo. Nuestra dignidad no depende de alcanzar una meta.
Somos dignos simplemente por existir.

Amor condicionado: la trampa silenciosa

Desde pequeños, muchas personas aprendemos que para recibir amor hay que merecerlo.

  • Sacar buenas notas.
  • No molestar.
  • Cumplir las expectativas.

Ser “el niño bueno” puede parecer una virtud, pero es una trampa que nos aleja de la libertad. Nos convierte en intérpretes de un papel ajeno, un personaje creado para agradar.

Y cuando, ya adultos, sentimos que algo no encaja, que nos falta aire, que estamos desconectados de lo que somos, ese puede ser un momento sagrado: el instante en el que se abre la posibilidad de vivir de verdad.

¿Ruta equivocada o meta prestada?

Tal vez no se trate solo de cambiar el camino, sino de replantearnos el destino al que queríamos llegar.

¿Qué pasa si el objetivo que nos marcamos no tiene nada que ver con nuestra verdadera identidad?
¿Qué siente una persona creativa, sensible o soñadora en un entorno que prioriza la lógica, el deber y la eficacia?

Cuestionar es sanar

Preguntarte:

  • ¿Qué quería mi madre para mí?
  • ¿Y mi padre?
  • ¿Cuál era el guión no escrito de mi familia sobre quién debía ser yo?

No es un ejercicio de reproche. Es una forma de liberarte de lo que no es tuyo y de empezar a construir una vida que sí lo sea.

Un proceso para reencontrarte

En la Terapia Gestalt, trabajamos con estos momentos de transición.
No para imponer un nuevo camino, sino para acompañarte mientras redescubres quién eres y qué deseas de verdad, más allá de los mandatos, los “deberías” y las expectativas heredadas. Si sientes que ha llegado ese momento, puedes parar, escuchar y empezar a recalcular.

¿Quieres seguir explorando?

Si este tema resuena contigo, quizá te interese abrir un espacio para hablarlo en sesión. Cada proceso es único, y puede ser útil parar, mirar y ponerle palabras a lo que estás viviendo.

Duración habitaul:

60 min.

Modalidad:

Terapia Gestalt

Enfoque:

Presencial u online

Primera sesión:

Gratuita

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