Las ventajas ocultas de no cambiar

A menudo nos damos cuenta de que tenemos alguna característica que nos hace sufrir. 

Quizás en tu caso quieras tener siempre la razón, quizás prefieres ser guerrero que ser vulnerable, quizás te abandones a la pereza. Hay muchísimas características que pueden hacerte sufrir.Lo que casi siempre resulta interesante es: ¿por qué no puedo evitarlo? 

El cambio personal reside en esto mismo. Cambiar. ¿Por qué es tan difícil cambiar?

Es cierto que resulta muy interesante comprobar qué pierdes manteniendo este comportamiento, que llamaremos «neurótico». Pierdes paz, pierdes vulnerabilidad y pierdes hacer lo que te realiza como persona, siguiendo los ejemplos de más arriba. 

Lo que me parece realmente importante es: ¿qué ganas manteniéndolos? No solo pierdes algo.Si solo tuvieras pérdidas, sería más fácil cambiar. También hay beneficios, y son estos los que nos pueden ayudar en nuestra misión.

Porque si te das cuenta de que el beneficio de tener siempre la razón es que sientes que así te toman en cuenta y (por alguna asociación muy rara) te quieren, difícilmente cambiarás. Renunciar a tener razón sería como renunciar a que te tengan en cuenta y te quieran; estas son palabras mayores. Por el contrario, cuando te das cuenta de que es justo tu necesidad de amor y reconocimiento la que te empuja a ser tan testarudo, puedes probar a acercarte al asunto de manera diferente. 

¿Cómo? Pues no hay una regla, existe la investigación. Investigación personal. 

Por ejemplo, cuando vas a un restaurante nuevo donde sirven platos diferentes a lo que estás acostumbrado. No puedes hacer otra cosa que investigar: estás en territorio desconocido. 

Delante de la investigación, lo que más reconozco es el miedo a equivocarme. ¿Cómo sé si lo que hago es lo correcto? Es como si necesitara la aprobación o el permiso de alguien para evitar «pasarme» o «extraviarme».

Es curioso que el «extravío» original haya sido precisamente dejar de escuchar tu corazón y seguir lo que te decían las figuras de autoridad o confianza en tu vida. 

Si yo te digo hacia dónde ir, repetimos este patrón. 

Por esto en counselling prefiero indicar varios caminos y que sea el cliente quien escoja el que más le conviene. Esto comporta que se haga responsable de su vida. 

Entonces recuerda: 

  • ¿Cuál es el beneficio que obtienes manteniendo este comportamiento neurótico?

Una vez que tengas este beneficio investiga:

  • ¿Cómo puedo conseguir este beneficio de una manera más saludable para mí?

Si quieres que te acompañe en el proceso de Terapia Gestalt, puedes contestar a este mismo e-mail para concertar una primera sesión gratuita.

Recibe mi abrazo.

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Cristina