Primera Sesión Gratuita

El único antídoto del miedo

Hablar de ti. Mostrarte tal como eres. Decidir un nuevo rumbo. Atreverte a decir lo que piensas.
Todo esto puede parecer sencillo… hasta que aparece el miedo.

No importa lo preparada que estés, lo consciente o lo razonable que parezca una decisión. El miedo puede irrumpir de forma inesperada. Y no porque algo esté mal contigo, sino porque el miedo es humano.

¿Y si el miedo no fuera el problema?

A menudo creemos que la valentía es la ausencia de miedo. Pero eso no es cierto.
El coraje solo existe cuando hay miedo.
Sin miedo, no hay nada que enfrentar. Solo inconsciencia o desconexión.

El miedo, como emoción básica, tiene un valor inmenso. Nos protege del peligro, nos ayuda a sobrevivir.
Nos avisa cuando algo puede hacernos daño: “vas demasiado rápido”, “mejor toma un taxi”, “esa situación no es segura”.
Gracias al miedo hemos llegado hasta aquí como especie.

Pero… ¿y cuando el miedo toma el control?

El problema aparece cuando el miedo se activa fuera de lugar.

  • Cuando queremos hablar con alguien y no nos atrevemos.
  • Cuando evitamos levantar la mano en clase.
  • Cuando callamos una propuesta en el trabajo.
  • Cuando postergamos una decisión importante por temor al qué dirán.

En estos casos, no hay un peligro real. Lo que está en juego es otra cosa: nuestra necesidad de agradar, de no fallar, de no llamar la atención, de no ser rechazados.

La clave está en la relación que tenemos con el miedo

No se trata de eliminarlo. Se trata de reconocerlo, escucharlo, y elegir con coraje a pesar de él.

Como decía la autora de Come, reza, ama, el miedo puede acompañarte… pero no debe conducir tu vida. Puedes imaginarlo como un pasajero más en el coche:

  • No tiene por qué bajarse.
  • Pero tampoco puede tocar el volante, ni la radio, ni el freno.

Coraje no es invulnerable. Es presencia.

En la Terapia Gestalt no trabajamos para que te vuelvas invulnerable, sino para que aprendas a estar contigo incluso en los momentos en los que el miedo aparece.
No para ignorarlo, sino para saber cuándo protegerte… y cuándo hacerle sitio al coraje.

No dejes que el miedo marque tu dirección

Si permites que sea el miedo quien tome las decisiones importantes en tu vida, terminarás con un espacio de libertad cada vez más reducido.
Hasta que solo te quede espacio para sobrevivir, pero no para vivir. Tú decides si quieres vivir desde el miedo… o desde la libertad.
Y si sientes que ha llegado el momento de hacer ese cambio, la Terapia Gestalt puede ayudarte a recuperar la valentía de ser tú y a disfrutar de ello.

¿Quieres seguir explorando?

Si este tema resuena contigo, quizá te interese abrir un espacio para hablarlo en sesión. Cada proceso es único, y puede ser útil parar, mirar y ponerle palabras a lo que estás viviendo.

Duración habitaul:

60 min.

Modalidad:

Terapia Gestalt

Enfoque:

Presencial u online

Primera sesión:

Gratuita

Más entradas